Cuando abrí mi corazón
Cuando abrí mi corazón, había dentro
un dios llagado;
le vi caer por la mejilla izquierda
hasta romper la luz
y estremecer la tierra.
Cuando abrí mi corazón,
estaba un olivar quemándose entre dos rayos.
Percutía el puño de los huecos
y blandía sus brazos el estrago.
Cuando abrí mi corazón,
las fraguas ya no ardían,
pero el duro golpearse de los hierros
arrastraba
estruendos carcelarios y suspiros.
Cuando abrí mi corazón,
el poema vio descarnado el rostro de la guerra,
de sus labios cayeron los adioses,
hubo temblor de noches
y silencioso huir de las estrellas.
Cuando abrí mi corazón, quedaban el duelo,
la carcoma, el polvo
y las últimas palabras sin encuentro;
con ojos en la sombra sumergidos
los insomnes recuerdos
girando en el vacío.
¡Cuando abrí mi corazón,
las lágrimas del mundo habían crecido...!
Alcira Cardona Torrico (Bolivia)
un dios llagado;
le vi caer por la mejilla izquierda
hasta romper la luz
y estremecer la tierra.
Cuando abrí mi corazón,
estaba un olivar quemándose entre dos rayos.
Percutía el puño de los huecos
y blandía sus brazos el estrago.
Cuando abrí mi corazón,
las fraguas ya no ardían,
pero el duro golpearse de los hierros
arrastraba
estruendos carcelarios y suspiros.
Cuando abrí mi corazón,
el poema vio descarnado el rostro de la guerra,
de sus labios cayeron los adioses,
hubo temblor de noches
y silencioso huir de las estrellas.
Cuando abrí mi corazón, quedaban el duelo,
la carcoma, el polvo
y las últimas palabras sin encuentro;
con ojos en la sombra sumergidos
los insomnes recuerdos
girando en el vacío.
¡Cuando abrí mi corazón,
las lágrimas del mundo habían crecido...!
Alcira Cardona Torrico (Bolivia)
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